De la plantilla total con la que cuenta la Benemérita, (en torno a 80.000), de los cuáles si nos fijamos en las publicaciones del Boletín Oficial de la Guardia Civil, unos 4.000 agentes aproximadamente, llegada su edad reglamentaria, se ven obligados a permanecer en la Reserva Activa, por falta de plazas específicas, o bien lo hacen porque las funciones que realizan en sus actuales destinos suelen ser tan arriesgadas y penosas que, por la diferencia económica con respecto a permanecer en ACTIVO, toman la decisión de marcharse.
Esto, a nuestro entender, supone un problema al no impulsarse por completo la cláusula “Tercera” del acuerdo suscrito en marzo del 2018, entre el Ministerio del Interior y los principales Sindicatos policiales y Asociaciones profesionales de la Guardia Civil, en lo que respecta a destinar una cantidad para incentivar el reingreso del personal de Segunda Actividad sin destino y Reserva no ocupada al servicio activo, aún faltan muchas plazas para estos funcionarios que desean continuar prestando servicio.
En el caso de la Guardia Civil, si a ello le sumamos que se han perdido los puestos de trabajo que había en las Delegaciones de Defensa, por rescisión del acuerdo de continuación, se agrava aún más si cabe el problema, puesto que en ciertas provincias el catálogo ofertado para las sedes judiciales está cubierto al completo y deben de esperar del orden de 6 meses o, incluso, en el peor de los casos, 1 año para poder optar.
Según lo observado, del total de esos Guardias Civiles, su mayoría son agentes que han prestado servicio en las calles, de Seguridad Ciudadana y Tráfico, especialidad esta última que, entendemos, se está viendo abocada a la desaparición si no se reaccionara pronto, ya que el personal está muy desencantado, ante las promesas incumplidas de estímulo económico y muchos de ellos, en la medida en la que pueden, piden destino fuera de la Agrupación. Además, muchos de nuestros asociados nos han trasmitido que “por 600€ líquidos que se pierden (pasando a la Reserva), no merece la pena estar expuesto en las calles, con el riesgo que ello supone, la falta de autoridad que se viene detectando y el poco o nulo respaldo institucional. Tampoco vemos de recibo que un agente, quizás obligado por necesidades económicas, al no poder optar a otro destino “algo más cómodo”, deba de estar obligatoriamente “pateándose las calles” hasta los 65 años o su pase a Retiro, frente a los 59 años en las policías autonómicas.
Desde IGC abogamos por una politica real y efectiva de generación de vacantes para efectivos que se encuentran actualmente en la Reserva Activa, todo ello para que puedan optar a puestos más acordes con su edad y con su larga trayectoria de servicio. De ahí que se explore lo que en su día propusimos y es que, los agentes estando en el último año de ACTIVO puedan solicitar el catálogo de vacantes ofertadas en situación de RESERVA, con previsión de pasar a las mismas con la menor dilación y sin la pérdida económica que actualmente supone, al no abonar algunos complementos hasta que finalmente es asignada. Por otra parte, creemos que podría resultar mucho más atractivo para los peticionarios que la mayoría de las vacantes ofertadas fueran en concurso de méritos en vez de la actual libre designación.
En Sede Central, a 14 de febrero de 2023
Junta Nacional